martes, 5 de mayo de 2009

¿Por qué?

Acá les pongo una minificción, si se le puede llamar así, que hice el año pasado, a ver que piensan...

¿Por qué?

Desperté. Seguía enojada con él, ¿por qué lo hizo, por qué actuó como un verdadero estúpido? Fue realmente inmaduro de su parte, y realmente no entiendo sus razones. Honestamente ya ni me entiendo a mi misma, son demasiadas emociones y sentimientos en tan poco tiempo.

Me levanté de la cama y me dirigí a la ventana a un costado del tocador. Era una mañana lluviosa y fría, esto me alegro ligeramente, pues días como estos son mis favoritos. Fui a la cocina y prepare café, al sentarme en la mesa encontré su carta, justo donde la dejé anoche. La leí nuevamente y una lágrima recorrió lentamente mi mejilla.

Salí de la casa, fui a pasear al parque de al lado; necesitaba aire, un cigarro y pensar, pensar… ¿Por qué se fue?, ¿realmente así lo deseaba?, me preguntaba al ver las hojas secas caer sobre la gravilla mojada. El frió y la llovizna me hicieron dirigirme al bistro de la esquina por el segundo café del día.

¿Qué fue lo que lo convenció de hacerlo?, ¿habré sido yo? Fue muy egoísta de su parte; el ni siquiera pensar en mi, en cómo esto me afectaría. Siento que me estoy volviendo loca, y todo por su culpa, por la pendejada que hizo.

Pero a la vez me siento mal por pensar eso, por culparlo, y por no entenderlo, ¿Por qué no lo entiendo?, ¿por qué lo hizo?, ¿y cómo puede ser que no lo vi venir? Me siento terrible por estar enojada con él, eso es incluso más egoísta de mi parte. Y todo es parte de un gran círculo vicioso, por el cual no puedo simplemente olvidarlo, y continuar con mi vida, pues cada nueva mañana es un día más desde que pasó. ¿Pero cómo continuar? Estoy deshecha, no puedo vivir sin él, lo amaba demasiado. Creí que él sentía lo mismo, que era feliz, y que nunca se hubiera ido como lo hizo.

Pagué mi café y salí a la calle, seguía chispeando. Lentamente comencé a deambular sin rumbo, pasando calles, personas y edificios. Todo me parecía indiferente, yo solo quería estar con él de nuevo, tenerlo en mis brazos como si nada hubiera pasado.

En un cierto momento, me encontré en el cementerio, e inconscientemente me dirigí frente a su lapida. Las lágrimas inundaron mis ojos y caí de rodillas frente a la piedra fría y gris, –¿Por qué lo hiciste, por qué decidiste irte de esta vida?


Saludos

2 comentarios:

UnaPapaEnElSartén dijo...

hoooooooooooooooola!
jajaj ya me hice acreedora d un blog jajaja algún día tendrá muchas cositas como el tuyoo
un abrazotE!

Davo Valdés dijo...

Me haN gustado muchisimo las imagenes que planteas. La soledad que se ve reflejada en el personaje camimando por la ciudad y esas descripciones. Como sugerencia, tal vez eliminaría algunas preguntas de su monólogo que producen la sensación de redundancia.

¡Saludos!

P.D. Hoy me hiciste recordar que también le tenía pavor a los velociraptors de Jurasic Park